Causalidad Si, No Casualidad

Ana Toledo
12 min readMay 23, 2022

CUANDO LA CORRUPCIÓN QUE NOS ARROPA TE TOCA DE CERCA

Hace 28 años ejerzo la profesión de abogada. Sin embargo, desde el año 2007 decidí buscar mi sustento de otra forma en un intento de alejarme del mundo legal que tanta ansiedad y frustración me estaba produciendo. Por ello, decidí alquilar mi casa en el Viejo San Juan, la cual había comprado en el 1997. Luego de haberla restaurado con mucho esfuerzo a través de los años, podía alquilarla a un precio mayor al de una propiedad a la que me podía mudar y me sobraba una cantidad para vivir modestamente y en paz.

Este 6 de junio se cumple un año desde que entré por primera vez a mi casa luego de que el ex inquilino timador, Lancelot de Montsegur t/c/p Patrice Berthome, permaneciere viviendo en ella por espacio de 8 meses sin pagar renta después de expirado el contrato de alquiler el 31 de octubre de 2020.

Amerita señalar que el ex inquilino NO estaba cobijado por la moratoria de desahucios bajo la ley autorizada a nivel federal por virtud del COVID. Para ello tenía que cumplir con unos requisitos legales y suscribir una declaración jurada acreditando los mismos, lo cual no hizo ni podía hacer.

A pesar de oportunamente haber presentado demanda de desahucio en su contra, por razones que no habré de discutir aquí, lo que me permitió recuperar la propiedad no fue una Orden de Lanzamiento sino el hecho que el 2 de junio de 2021, el ex inquilino tuvo que entregarse a una prisión federal en Pennsylvania.

Había sido recomendado por una experimentada corredora de bienes raíces especialista en propiedades del Viejo San Juan, quien adujo el arrendatario era un ‘empresario’ que ostentaba (y a pesar de su convicción todavía ostenta) decretos bajo las leyes 20/22.

A meses de ocupar la propiedad, fue acusado criminalmente en la Corte de Distrito Federal para el Distrito Occidental de Pensilvania en Pittsburgh, caso número Criminal 19–055 por intento de fraude al servicio postal, bancario y electrónico.

Previo a que expirase el contrato de alquiler en octubre del 2020, pero luego de haberse declarado culpable en noviembre del 2019, el ex inquilino alardeó a una persona que fingía ser mi ‘amiga’ que “se quedaría viviendo en mi casa luego de expirado el contrato de alquiler sin pagar renta” y que además de ello “se quedaría con mi casa.”

A más de dos años de que el ya convicto ex inquilino hiciere esas expresiones, ahora entiendo que él no era más que una pieza en el rompecabezas que mis verdugos meticulosamente diseñaron para arrebatármelo todo y, en última instancia, destruirme.

GRACIAS A LA CORRUPCIÓN QUE NOS ARROPA, EL EX INQUILINO CASI LOGRA SU META.

El plan maestro para destruirme contó con la corrupción rampante de personas en agencias estatales y federales que hicieron posible realizase su parte del plan.

Sin embargo, aquí solo voy a relatar la corrupción que inequívocamente se desprende de la ley y no da espacio a matices discrecionales: la corrupción en la Autoridad de Energía Eléctrica y en la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados.

LA CAUSALIDAD

Al determinar la viabilidad de una causa de acción, los abogados evaluamos los hechos al amparo del siguiente “test”: ¿De no haber sido por la conducta de X, el daño de Y hubiese ocurrido?

En mis 28 años de práctica legal, NUNCA me había topado con la situación en la que, si uno de varios de actores causantes de un daño se hubiese abstenido de su conducta, el daño no se hubiese producido.

Este es el caso de las corruptas agencias monopolísticas Autoridad de Energía Eléctrica y Autoridad de Acueductos y Alcantarillados. Sin la corrupción en ambas agencias, el ex inquilino no hubiese podido perpetrarme los daños. Por lo menos no en la magnitud que pudo hacerlo.

La colaboración ilícita de esas agencias era medular para la consecusión de sus metas.

Cierto es que fue el ex inquilino quien, en primera instancia, llevó a cabo los hechos que desataron los daños que he sufrido. A saber: a) acumular deudas bajo mi nombre montantes a casi $7,000.00; b) vivir de gratis por 8 meses con todas las comodidades de una casa no susceptible de correr con generador portátil, privándome de mi sustento y haciéndome pasar hambre y miseria; c) causar daños al sistema eléctrico cuya reparación excede los $20,000; d) vandalizar la casa.

Hasta ahora he descubierto que el individuo realambró toda la electricidad de la casa para, entre otras cosas: provocar efecto de tortura termal propiciando un insoportable calor (efecto joule); provocar fluctuaciones de voltaje para dañar equipos e interferir con la comunicación por internet; provocar incendios (ya ocurrió uno); destrucción y/o manipulación remota de la electricidad a través de un panel de ‘breakers’ escondido.

Es decir: la corrupción en la Autoridad de Energía Eléctrica y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, hicieron posible el que el ex inquilino destruyese mi casa y me privase de mi único sustento y de los medios con qué arreglarla.

Crucial para este relato es puntualizar que el ex inquilino no habla español y al ser un francés naturalizado, su inglés es inteligible. Es decir que no actuó solo. Es más: para lograr los favores ilegales en ambas agencias que a usted y a mí no le concederían, tuvo que haber contado con el padrinazgo no solo de personas con dominio de español sino con acceso a altas esferas del poder.

¿CÓMO LO HIZO?

A partir de marzo del 2020, la exgobernadora Wanda Vázquez comenzó a emitir Ordenes Ejecutivas de Estados de Emergencia por el COVID. Entre las medidas que adoptó estuvo la prohibición de corte de los servicios esenciales de electricidad y agua por falta de pago.

Aprovechándose de ello, el ex inquilino dejó de pagar las cuentas de electricidad y agua desde enero del 2020. Los servicios nunca le fueron cortados pese a las exorbitantes deudas que acumuló desde enero del 2020 que excedieron los $7,000 para ambas cuentas cuyas facturas no me llegaban ya que me mis correos electrónicos eran filtrados por mis verdugos.

Las dos cuentas estaban a mi nombre. Aunque el contrato disponía que el ex inquilino tenía que cambiarlas a su nombre, no lo hizo. Como siempre las había pagado, no le di seguimiento a que hiciese el cambio. Además, en estricto derecho, como el contrato de alquiler NO INCLUIA los servicios de electricidad y agua, si no los pagaba y las cuentas seguían a mi nombre, yo tenía el perfecto derecho de ordenar su corte.

Dicho de otro modo: la ley NO confiere discreción a ninguna de las dos agencias para negarse a cortar el servicio de agua y electricidad al dueño de una cuenta que así lo solicita, aunque esté alquilada si el contrato de alquiler NO INCLUYE las utilidades.

Esa es la ley.

Ante este marco legal, así como el hecho que en cualquier momento el ex inquilino podía ser ingresado a prisión si violaba sus condiciones de probatoria, no insistí en el cambio de nombre de las cuentas.

Sin embargo, las actuaciones contra la ley por parte de la Autoridad de Energía Eléctrica y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados al negarse a cortar los servicios en las cuentas a mi nombre permitieron al ex inquilino a perpetrar contra mí y mi propiedad cuantiosos danos económicos e irreparables daños emocionales.

LA MAFIA EN LA AUTORIDAD DE ENERGIA ELÉCTRICA

La AEE ilegal y corruptamente se rehusó a tramitar la orden de corte que solicité y a la que tenía derecho. Inventó excusas increíbles para no hacerlo, disimulando su colaboración con corruptos oligarcas que persiguen mi destrucción.

A junio del 2021 cuando el ex inquilino abandono la propiedad para entregarse a una penitenciaria federal en Pennsylvania, la deuda por concepto de electricidad excedía los $6,000. La fianza que había dado al firmar el contrato de alquiler era de $3,400.00

Como el contrato venció el 31 de octubre del 2020, desde el 5 de noviembre solicité a la AEE la baja de servicio.

Hice decenas de llamadas de seguimiento. Visité hasta la oficina comercial de Cayey ya que supuestamente no había citas en San Juan.

Luego de múltiples gestiones en las que todo era un misterio, logré conseguir a “Teresa”, una empleada en las oficinas del director ejecutivo de la AEE. Teresa me explicó que no se podía realizar el corte porque el inquilino no abría la puerta para acceder los contadores que no eran de lectura remota. Explicó además que la comercial de Monacillos a la que le competía hacer el corte “no tenía un camión con el brazo suficientemente largo para subir el canasto hasta la toma para hacer el corte.” “No, tampoco podían solicitarlo prestado de otra oficina comercial” — me aseguró.

A pesar de ello, el 4 de febrero del 2021, desde la oficina comercial de Monacillos llegó frente a la casa un camión de la AEE con un brazo y canasto que llegaba a la misma toma de electricidad de la cual se alimenta mi propiedad para conectar la electricidad del edificio del frente. Casualmente, el edificio al que le estaban conectando el servicio y para el cual apareció el camión con el brazo largo le pertenece a un miembro del gabinete del gobernador Pierluisi.

Como yo no andaba por el área, me llamó una persona a informármelo, y de inmediato llame a Teresa. Teresa dijo que no tenía la capacidad de darle órdenes a la brigada trepada en la toma de mi casa conectando la luz edificio del frente para que aprovechasen a hacer el corte de electricidad por el que yo llevaba esperando cuatro meses.

Teresa de las Oficinas Ejecutivas de la AEE se negó a dar o hacer que alguien impartiese las instrucciones a la brigada que encontró un camión en la misma oficina comercial de Monacillos con el brazo suficientemente largo para conectarle la electricidad desde la misma toma que se alimenta la propiedad a un miembro del gabinete de Pierluisi. Ello, a pesar de que a esa fecha la orden de corte llevaba cuatro meses sin tramitar.

Con su proceder, todos los funcionarios de la AEE con quien tuve contacto, Teresa y la AEE le regalaron al criminal destruyendo la electricidad de mi casa cuatro meses adicionales para hacerlo.

Excluyo a Luma de culpa porque al presente no tengo evidencia de su contubernio con el ex inquilino. Todo lo contrario.

El 27 de diciembre de 2021 — en plena Navidad cuando a NADIE le cortan la luz, llegaron dos empleados de LUMA a cortarme la luz. A pesar de la misión en la que venían, me trataron con la deferencia que nunca me había extendido empleado alguno de la AEE.

Respetuosamente me escucharon cuando “me monté en tribuna” explicando como su visita no era más que otro incidente de la persecución en mi contra por mis luchas ambientales y anticorrupción. Les hablé de varias de las batallas por las cuales me convirtieron en una individua señalada (“targeted individual”), los acechos y ataques que a diario sufría.

Desde mis 5 pies con cuatro y media pulgadas, miré a los ojos del hombre frente a mí que medía como ocho pies y le aseguré: “Lo que sucede es que me quieren tumbar y voy a seguir luchando.”

Y como no todos son malos en esta trágica historia, ese noble y compasivo hombre en baja pero firme voz me contestó:

“A usted no la tumba nadie…”

Y se marcharon sin cortar el servicio.

Dios bendiga a ese buen hombre.

Si, ese empleado humano y compasivo de Luma refleja el cambio que necesitamos en esta isla: que la honestidad vaya por encima del poder de los oligarcas y la corrupción que ha caracterizado a la AEE y su engendro UTIER.

Las palabras de ese buen hombre retumban en mis oídos cada vez que me siento caer, dándome las fuerzas para no hacerlo.

De lo anterior se desprende que la AEE es 100% responsable de los daños que el ex inquilino desató porque sin servicio de electricidad, sin la conducta ilícita de la primera, el segundo no hubiese podido privarme de mi sustento ni vandalizar la propiedad, impidiendo derivar ingresos de esta.

La Corrupción en la AAA

El 5 de noviembre 2020 también solicité a la AAA el corte de servicio de acueductos y alcantarillados, el cual en efecto se realizó conforme a la ley.

Sin embargo, a los 10 días de cortado el servicio, el 17 de noviembre de 2020, sin mediar contrato vigente ni carta de autorización de la propietaria de la casa, la AAA le conectó al ex inquilino (quien no hablaba español y cuyo inglés es ininteligible) el servicio de acueductos y alcantarillados en la casa. Al asi hacerlo, la AAA violo su propia ley y Reglamento para la Conexión de Servicios.

Cuando fui a la oficina comercial de la AAA a inquirir como era posible que sin contrato ni carta de la dueña de la propiedad le hubiesen abierto una cuenta y provisto el servicio al que ilegalmente ocupaba la propiedad, la empleada me increpó que la dirección de la licencia (Calle Sol) no concuerda con el de las escrituras (General Contreras).

Cuando eso no funcionó, la Sra. Oquendo de la oficina comercial de la AAA en el Cantón Mall me dijo que para obtener información alguna sobre la nueva de AAA en MI PROPIEDAD, tenía que solicitar una orden judicial. Ello, en deferencia al criminal que aperturó la cuenta en contubernio con funcionarios de la AAA claramente violando la ley.

Si la AAA no hubiese ilegalmente provisto el servicio de acueductos y alcantarillados al ex inquilino que carecía de contrato vigente y carta de autorización de la propietaria, éste no se hubiese podido quedar viviendo 8 meses de gratis en la misma, quedándose hasta que se tuviese que reportar a la cárcel mientras cuidadosamente destruí el hogar que con tanto esfuerzo y amor durante 22 años construí.

Al permitirle al ex inquilino vivir la propiedad durante todo el tiempo que necesitó para destruir la misma al ilegalmente conectarle el servicio de agua, la AAA también es 100% responsable de los daños perpetrados por este.

PORQUÉ IMPORTA

En estos días hemos visto un diluvio de corrupción que no cesa. Para muchos, es un fenómeno que ocurre a lo lejos, que no nos impacta directamente.

Hasta que te toca a tu puerta.

En mi caso se juntaron el hambre, la necesidad y las ganas de comer.

A saber: oligarcas poderosos y corruptos en búsqueda de venganza y destrucción de una honesta y valiosa guerrera por el ambiente, un criminal timador enamorado de mi casita en el Viejo San Juan y la corrupción gubernamental en dos agencias que les asegurarían el éxito.

Durante los ocho meses que transcurrieron desde que la AEE ilegalmente se negó a realizar el corte de servicio y desde que la AAA ilegalmente le conectó el mismo me provocaron cuantiosos daños económicos e irreparables daños emocionales.

En cuanto a los daños económicos está en primera instancia el de privarme de mi propiedad y mi sustento. Al continuar proveyendo servicios de manera ilegal, ambas agencias hicieron posible que el ex inquilino cómodamente viviese a sus anchas en mi propiedad, sin pagar un centavo, acumulando deudas bajo mi nombre ascendentes a $7,000.00 y privándome de poder percibir ingresos de la renta de mi propiedad que era mi sustento.

Durante esos 8 meses que el individuo vivió de gratis con electricidad, maliciosamente vandalizó la casa de forma que cuando yo la volviese a ocupar no pudiese ni vivir en ella ni alquilarla. Seguro estaba que, al provocar mi ruina económica total, me suicidaría. la casa ilegal y maliciosamente, instalando un panel de ‘breakers’ escondido para manipular su voltaje.

Llevó a cabo un meticuloso vandalismo, nefastas acumulaciones y combinaciones de cables, así como peligrosas instalaciones de cables positivos con los cables que hacen tierra (‘grounds’). Entre lo que ya se ha hecho y lo que falta por hacer, las reparaciones del sistema eléctrico solamente exceden los $20,000. Dinero con el cual no cuento, por lo que ni la nevera, estufa o lavadora puedo prender.

Vivo acampando dentro de mi casa.

Si la AEE hubiese actuado conforme a la ley, cortando el servicio de electricidad cuando se le solicitó y como yo tenía derecho, los daños eléctricos a mi propiedad no se hubiesen producido sin importar el tiempo que el ex inquilino se hubiese quedado viviendo la propiedad. Localizada en el Viejo San Juan, la carga y configuración de esta casa no permite que sea susceptible de correrse con un generador portátil.

Por lo tanto, sin servicio de electricidad, el ex inquilino no podía consumar la parte de vandalismo eléctrico de su mefistofélico plan.

La AEE y la AAA son absolutamente responsables de los daños resultantes de las actuaciones del ex inquilino que me causaron daños. Sin los actos de corrupción de la Autoridad de Energía Eléctrica y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, el ex inquilino no hubiese podido perpetrarle tantos daños a mi propiedad y a mí.

La corrupción de ambas agencias fueron piedras angulares en el plan de mi destrucción que los corruptos oligarcas fraguaron en mi contra.

Cortesía de ambas agencias, vivo en la indigencia. Pero en mi casa. La que no han podido quitarme.

CASUALIDAD? PARA NADA.

Mi casa era el premio que el ex inquilino habría de recibir al salir de la cárcel por el rol que jugó en mi destrucción económica, una de las facetas obliteradas por mis verdugos.

Según me dijese en julio pasado una colaboradora de mis enemigos y se hacía pasar por ‘amiga’: “Tu casa ya tiene nombre”.

Si. Tiene nombre. El mío. Y ese nombre cambiará cuando YO lo decida.

Pa’ que tú lo sepas.

--

--

Ana Toledo

Puerto Rican warrior & targeted individual; fighting for equal environmental rights, one pipe at a time”. “Mi nada, a nadie se lo debo.” Julia de Burgos.